Q:
¿Cómo debe uno reaccionar si descubre que ya no ama a su pareja como sí ocurría al principio?
A:
Y la respuesta es que el amor no es el criterio de comportamiento en el matrimonio. El amor debe ser el resultado, pero el criterio es lealtad.
Decimos en idish: azoi vi men bet zij ois, azoi shluft men, que significa “la forma en que haces tu cama, así deberías dormir”. Mira antes de saltar. Una vez que saltas, sostente. Eso es para siempre. Porque si vas a lamentarte y pensar que tal vez hay alguien mejor, entonces no podrás permanecer casado. Cada día cambiarás.
Así que la actitud de la Torá y no sólo la Torá; lehavdil los gentiles decentes en una época en la ceremonia de boda solían decir: “¿Toma a esta persona para bien o para mal?” Y decían: “Lo hago”. ¡Y nosotros, lehavdil, también debemos hacerlo!
Como dije, ודבק – La lealtad tiene que ser el criterio. Y olvídate del amor. Por supuesto, es un deber; ואהבת לרעך כמוך – Tienes que amar a cada compañero judío. ¡Y con más razón con aquellas personas con las que estás con frecuencia en contacto! Y hay muchas razones por las que una mujer y un marido deben amarse más que lo que aman a los extraños. Por supuesto, nunca puedes olvidar el deber fundamental de amar a un compañero. ¡Debes amar a un compañero de judío! Simplemente no tenemos tiempo de pensar en todos, otorgar amor a todos los judíos. No tenemos corazones suficientemente grandes para eso. Necesitas ser Abraham Avinu o un gran jasid. Pero para al propio cónyuge, no es tan difícil. Entonces, de vez en cuando, es posible generar algo de amor.
Pero no importa qué, incluso si el romance hace mucho tiempo voló por la ventana – y vuela rápidamente, por supuesto, porque es un concepto falso – sin embargo, la lealtad toma su lugar.
Me imagino en la calle, un marido gordo y una esposa gorda junto a él. Son de mediana edad. Nada romántico Pero son leales entre sí. Están casados y van a seguir juntos. Serán enterrados uno al lado del otro. Ya no hay romance. Los miro, no puedo imaginarme ningún romance entre ellos. Ya pasó mucho tiempo. Y aún son intensamente leales entre sí. Si él tendría una ruptura nerviosa, ella lo calmarìa. Ella no lo enviaría al asilo. Si ella fuera anciana, él la empujaría en la silla de ruedas.
¿No ves a un anciano empujando a una anciana en una silla de ruedas? Él no dice: “Voy a deshacerme de ella. Es demasiado molesta”.
Un viejo marido; usa pañales. Es senil. Pero su esposa le es leal hasta el final. Ella cambia sus pañales todos los días cinco o seis veces. Debido a que ella se casó con él y ella se quedará con él hasta el último minuto y ella irá al siguiente mundo y estará al lado de él en el Olam Habá.
Y ese es el ideal de un matrimonio. No está construido sobre el romance. No se basa en ninguna idea de un príncipe encantador o una princesa. Está construido sobre la idea de ודבק, lealtad. Están juntos para siempre. Es como parte de tu cuerpo. No vas a decir adiós a parte de tu cuerpo porque no es tan bueno como solía ser. Puede tener una vieja mano o incluso un corazón viejo. Lo mantendrás todo el tiempo que puedas.
CINTA #574 (noviembre de 1985)