Q:
¿Existe una conexión entre el cuerpo y la neshamá?
A:
¿Existe una conexión entre el cuerpo y el alma? Hay una conexión tremenda porque el cuerpo influye en el alma. Sientas tu cuerpo a la mesa y tu esposa te da la cena. Eso es para tu cuerpo. Así que tienes que pensar, “Mi esposa preparó una cena para mí. Le tomó al menos una hora. ¡Y sabe bien también! Como resultado, la voy a apreciar. Estoy agradecido con ella”. Eso es un gran beneficio para tu alma. Entonces, debido a tu cuerpo, tu alma está mejorando.
Tu esposa te saca ropa limpia de vez en cuando. Ella lavó tu ropa para ti. Se necesita tiempo para lavar la ropa y a tu cuerpo le gusta la ropa limpia, así que te detienes y piensas por medio minuto: “Aprecio a mi esposa”. Entonces tu alma cambia.
Debido a tu cuerpo, tu alma cambia. Te sientas a desayunar. Hay pan en la mesa. Estás hambriento. Y pones el pan en tus dientes y lo masticas. ¡Ay! ¡Un placer! “¡Te amo Hashem por el pan!” Eso hace un cambio en tu alma.
Todo el cambio en tu alma se debe únicamente al cuerpo, y por eso el cuerpo es tan importante. Somos agradecidos con el cuerpo y por eso tenemos que cuidar el cuerpo y apreciarlo siempre. Y cuando llega el momento de despedirse de tu cuerpo, cuando te vas de este mundo es una despedida triste porque el cuerpo dice “¡Pobre de mí! Voy a ser puesto en la tierra y tú irás al Gan Eden”. Así que le dices al pobre cuerpo: “Veneeman atá lehajaiot metim. Confía en Hashem. Algún día nos reuniremos de nuevo. No te preocupes. No es para siempre, es sólo temporal. Au revoir pero no adiós. Nos veremos otra vez.” Así consuelas al cuerpo y debes hacerlo todos los días cuando dices veneemán atá lehajaiot metim. “Mi pobre cuerpo. Me serviste fielmente. No voy a abandonarte para siempre, solo temporalmente. Volveremos de nuevo el uno al otro”.
¡Hay una conexión muy grande entre el cuerpo y la neshamá!
CINTA #799