Q:
¿Cómo explicamos la aparente contradicción que, por un lado, nos beneficiamos de todos los avances médicos que mantienen y salvan vidas, pero por otro lado no se nos permite donar órganos para la investigación y así poder salvar vidas?
A:
Entonces, la pregunta es, ya que vemos que Hashem ha fomentado el progreso en el campo de la medicina y lo que se hizo mediante el uso de cuerpos u órganos donados para la investigación, ¿por qué la nación judía no permite la donación de cuerpos o órganos?
Y la respuesta es que cuando el presidente fallece, a nadie se le ocurre tomar su cuerpo para hacer experimentos. El cuerpo del presidente nunca se usa para experimentos. Y eso se debe al respeto que tenemos por el presidente. Y deberíamos tener respeto incluso por un ex presidente.
Ahora bien, ¿dónde obtendrás cuerpos para la investigación científica? En la morgue. Son personas sin hogar y no hay nadie que reclame sus cuerpos, por lo que no hay ninguna razón por la que no se usen. Además, en la India hay miles de personas que mueren y sus familias están felices de vender sus cuerpos por u$s 25. Así que no hay falta de cuerpos para hacer experimentos.
La nación judía se le ha otorgado un status especial por Hashem. Somos un Mamléjet Cohanim Vegoi Kadosh. No es nuestra culpa. No elegimos ese nombre, Él nos lo dio. ¿Qué podemos hacer? Somos un pueblo santo, incluso más que el presidente. Y, por lo tanto, un cuerpo judío es inviolable. Es sagrado. No podemos hacer nada, excepto honrarlo y enterrarlo sin hacer el menor uso, sin importar el propósito.
Por eso puedes tener médicos judíos ortodoxos, si no son cohanim, y pueden cortar cuerpos y hacer investigación. Puedes conseguir muchos cuerpos. Es solo cuestión de unos pocos dólares. Pero hacer uso del Am Kadosh, no; eso no es aceptable. Somos una clase diferente. Y nos llevará mucho tiempo apreciar eso.
No es que los judíos estén orgullosos o que los judíos intentamos clasificarnos como superiores. Es un principio que la Torá nos ha enseñado. Hakadosh Baruch Hu nos dijo eso. Somos superiores, y no se puede ayudar. Y por lo tanto, nuestros cuerpos no son para el experimento.
CINTA #126 (junio de 1976)