Elul en América 

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Q:

¿Por qué en Europa, en las ieshivot e incluso entre los balebatim, había una sensación real de emat hadin, el miedo durante Elul por el juicio que se aproxima, mientras que aquí en América no tenemos ese tipo de sentimiento? ¿No somos frum como ellos?

A:

Déjame explicarte algo. En los tiempos antiguos, y por antiguo, me refiero a hace cien años atrás, cuando bendecían Rosh Jódesh Elul, había un temblor, un tziternish. Sí; tan pronto como mencionaban Elul había un tziternish. Y eso es porque en aquellos días la gente vivía con emuná. Hoy en día, aunque tengamos gente muy frum, hay que saber que estamos influenciados del apikorosut del mundo exterior. Mucha gente, judíos ortodoxos, judíos frum, son realmente apikorosim en su interior.

Nuestras mentes están llenas del ambiente que entra de la calle y por eso cuesta mucho trabajo combatir esa influencia; realmente tienes que trabajar sobre eso. Hace cien años, no era así. ¿Tenían algún contacto significativo con los goím? No, nada en absoluto. Hacían negocios con los goím. Compraban y vendían. Pero, ¿leían cosas goishes? Nunca.

Pero aquí estamos ante una guezerá. Nuestros niños en la escuela deben leer libros en inglés. Los libros en inglés, aunque no estén llenos de apikorosut, siguen siendo libros goishes. Y los mejores libros goishes son una influencia dañina. Sé de lo que estoy hablando. Los mejores libros goishes son una influencia dañina. Se meten en la cabeza de nuestros hijos. Y en nuestras cabezas.

Por eso decimos: “Ribonó Shel Olam, kabetzenu vehatzilenu min hagoím – Hashem, por favor reúnenos y libéranos de los goím”. Queremos poder unirnos una vez más y vivir como se supone que deben vivir los judíos, sin ninguna influencia externa.

Y por lo tanto, ¿cuál es la pregunta? Estamos muy lejos de cómo solían acercarse a Elul porque estamos muy lejos de la emuná. Como el Mashguíaj, Rav Ierujam, dijo una vez. Dijo esto hace unos ochenta años: “Ni siquiera podemos entender la grandeza de nuestras bisabuelas”. No nuestros bisabuelos, ¡nuestras bisabuelas! Tenían tal irat shamáim que incluso el mismo Rav Ierujam no podía comprenderlo. El mundo exterior había comenzado a filtrarse. Fue gradual, pero comenzó a abrirse paso. Y así fue como el mundo judío comenzó a deteriorarse.

Y aunque hoy, Baruj Hashem, hay un gran movimiento de teshuvá, también tenemos que hacer un movimiento muy grande de teshuvá penimit. Crear una mente pura de Torá requiere trabajo. ¡Se necesita un movimiento muy grande! Tenemos que trabajar muy duro para recuperar sólo una parte de la actitud que alguna vez tuvieron nuestras bisabuelas y bisabuelos. La calle judía estaba saturada de irat Hashem. No tienes idea, en absoluto, de cómo era caminar por la calle judía.

CINTA #E-248 (septiembre de 2000)

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TorasAvigdor

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