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Q:

¿Rav, por qué usted nunca menciona la fuente de sus ideas, ya sea que provengan de Rav Simja Zísel o de Rav Noson Tzví Finkel de Slabodka o de Rav Aizik Sher?

A:

La respuesta es que no quiero adjudicarles a estos grandes hombres mis expresiones defectuosas o mis explicaciones defectuosas. A veces es posible que no diga las cosas correctamente, ¿por qué debería culparlos? Pero más o menos las ideas se originan en estos grandes hombres y en Jovot Halevavot y otros sefarim. Sólo que es como la lluvia. La lluvia cae sobre la tierra y se pierde. Después de un tiempo sale en algún lugar como un arroyo y el arroyo se enorgullece de ser el originador del agua dulce. Te olvidas de que en realidad es lluvia, que en realidad todo vino de la lluvia que cayó en algún lugar. Y todo lo que escuchas en este lugar fue dicho por algunos grandes hombres, sólo que olvidé la fuente. Y las cosas equivocadas fueron dichas por mí.

CINTA #314 (mayo de 1980)