Q:
Cuando se trata de la mitzvá de kibud av vaem, ¿cómo encaja eso con honrar a la esposa? A veces, ambas cosas no pueden darse juntas.
A:
Si usas tu séjel, entonces honrar a tus padres no tiene que entrar en conflicto con honrar a tu esposa. Pero como se mencionó antes, un hombre está obligado a honrar a su esposa y procurar que su hogar sea un lugar de tranquilidad; y tiene que honrar a su padre y a su madre fuera del hogar; si van a interferir [en el matrimonio], entonces no deben ser invitados nunca a su casa. Si quieres, puedes estar todo el día acostado en casa de tus padres, pero no deberás traer a casa ninguna sugerencia de tu madre. Y si tu madre interfiere, como se ha dicho antes, tienes que ser valiente y hacerle saber que así no va la cosa.
Pregunta:
¿Qué pasa si mi madre quiere enviarle sugerencias a mi esposa a través de mí?
Respuesta:
Es importante que tu esposa no reciba la más mínima sugerencia que llega de tu madre. Y las esposas por lo general son capaces de olfatear eso. Por lo tanto, las mujeres que quieren alimentar con sugerencias a sus hijos lo mejor sería que se olviden de eso. Deja que la casa de tu nuera sea un caos; un desorden. No te entrometas. Así está mejor que como estará con tu contribución. Todo lo que contribuyas provocará hostilidad. Porque toda suegra piensa que es así; cada suegra tiene sugerencias. Y por lo tanto, la mejor sugerencia es no decir nada en absoluto.
CINTA #154 (febrero de 1977)