Una lección sobre Tzom Guedaliá 

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Q:

¿Puede decirnos algo, tal vez una lección, sobre Tzom Guedaliá?

A:

El Mesilat Iesharim habla sobre la cualidad del jasidut. Jasidut significa hacer algo muy bien; a veces va mucho más allá de la obligación que exige la Torá. Tal hombre es un jasid; mitjased im Konó, hace más de lo que Hashem pide.

Pero hay un gran peligro en eso, dice el Mesilat Iesharim. Porque no es suficiente mirar la obra que estás haciendo y ver cuán buena es, cuán virtuosa es. Debes juzgarla por sus resultados. Si los resultados no son buenos, no importa cuán buena sea la acción, no es jasidut.

Guedaliá ben Ajikam fue el gobernador justo de Ierushaláim después de que Nevujadnetzar hubo exiliado a todo el pueblo. Dejó sólo a los pobres de la nación, los dalat haam, y nombró a Guedaliá ben Ajikam, que era un gobernador justo.

Ahora bien, alguien vino a este gobernador justo y le informó que un hombre, Ishmael, estaba conspirando para matarlo, para asesinarlo.

Pero el justo Guedaliá dijo: “No acepto ninguna calumnia sobre un compañero judío. Es lashón hará. No lo creo.

Y al final fue asesinado por ese hombre.

Ahora bien, ¿qué pasó cuando Guedaliá fue asesinado? Los judíos que quedaron tenían miedo de la ira del rey de Babilonia porque un judío había matado a su gobernador designado. Guedaliá fue el gobernador designado por el rey de Babel, por lo que asesinarlo fue una rebelión; era como rebelarse contra el gobierno de Babel. Así que todos los judíos que habían quedado en Éretz Iehudá finalmente huyeron y entonces Iehudá quedó desolada por muchos años. No quedó ningún judío allí.

Ahora bien, si Guedaliá hubiera prestado atención a la advertencia, habría salvado su vida y podría haber salvado a ese remanente que quedó en la tierra; pero debido a que Guedaliá era un tzadik muy grande, un jasid, se negó a escuchar lashón hará y por eso lo mataron. No sólo lo mataron a él, sino que mataron a todas las personas que estaban con él; en su corte todos los oficiales fueron asesinados y el resto de la gente tuvo que salir de Iehudá porque tenían miedo del Rey de Babel.

Dice el Tanaj, האנשים אשר הכה ביד גדליהו – La gente que fue asesinada por la mano de Guedaliá (Irmeiahu 41:9) Ahora bien, Guedaliá no mató a nadie. ¡Él mismo fue asesinado! Pero la Guemará dice que se culpa a Guedaliá de matar a todas esas personas. Debido a que era un gran tzadik, se negó a escuchar la advertencia y por eso lo culpan. Así que vemos que si eres un gran tzadik pero traes problemas a otras personas debido a tu tzidkut, no eres un tzadik. Se lo culpa a Guedaliá. Entonces, una lección es que no es suficiente ser justo, sino que tu justicia tiene que tener un buen resultado.

CINTA #485 (noviembre de 1983)

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TorasAvigdor

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